4/4/10

Un hombre romántico


Charlie Whitaker acababa de hacer la apuesta de su vida: si conseguía escribir
una buena novela romántica, su hermana le cedería la apreciada reliquia familiar.
Desgraciadamente, Charlie no tenía ni un ápice de romanticismo en el cuerpo,
pero Liz Fuller sabía qué debía hacer al respecto. Estaba dispuesta a ayudarlo
con su libro si él la ayudaba a conseguir que su jefe se fijara en ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario