Con él llegó el hombre de hielo.
El magnate Eben Spencer había aprendido hacía mucho tiempo a estar siempre alerta y a ocultar sus sentimientos. ¿Y hasta dónde le había llevado esa filosofía? Profesionalmente, a la cima del éxito. Y, en su vida personal, le había proporcionado una amada, aunque infeliz, hija y un matrimonio destrozado.
Desde luego no estaba dispuesto a embarcarse en nada parecido en mucho tiempo… Pero entonces conoció a Sage Benedetto. La cautivadora naturalista que era todo lo que él no era: cálida, emotiva, abierta y todo lo que jamás había soñado desear. Claro que, últimamente, tenía unos sueños muy diferentes…
El magnate Eben Spencer había aprendido hacía mucho tiempo a estar siempre alerta y a ocultar sus sentimientos. ¿Y hasta dónde le había llevado esa filosofía? Profesionalmente, a la cima del éxito. Y, en su vida personal, le había proporcionado una amada, aunque infeliz, hija y un matrimonio destrozado.
Desde luego no estaba dispuesto a embarcarse en nada parecido en mucho tiempo… Pero entonces conoció a Sage Benedetto. La cautivadora naturalista que era todo lo que él no era: cálida, emotiva, abierta y todo lo que jamás había soñado desear. Claro que, últimamente, tenía unos sueños muy diferentes…
2°Bienvenida a casa
Quizá ambos tuvieran una segunda oportunidad.
A los dieciséis años, Julia Blair había pasado momentos inolvidables bajo el sol y la arena de Cannon Beach, donde había encontrado un hogar en brazos de su novio, Will Garrett. En aquellos momentos, la vida se extendía ante ella llena de promesas.
Ahora tenía treinta y dos años y la vida no había sido como ella había imaginado, pero allí estaba de nuevo, en Cannon Beach, con dos hijos pequeños. Y Will Garrett también estaba allí. Julia creía que todavía podría convertir sus sueños en realidad… si él le dejaba entrar en su corazón.
3°Al Borde del Mar
Sólo tenía una misión: desenmascarar a aquella mujer.
Para averiguar quién había reclamado la propiedad del único hogar que había tenido, Harry Maxwell sabía que tendría que mentir un poco. Así que el teniente se cambió de nombre y alteró unos cuantos datos. En cuanto averiguara la verdad, pretendía marcharse de allí.
Ése había sido su plan hasta que conoció a la supuesta heredera de Brambleberry House. Anna Galvez lo cautivó de tal manera que después de pasar unos días con ella, Max deseaba la casa más que nunca…, pero con ella dentro.
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